Hiedra García Sampedro. Madrid
El nuevo libro del residente elaborado por la Comisión Nacional de Ginecología y Obstetricia está siendo un modelo a seguir para las demás especialidades porque facilita la autoevaluación del MIR. Así lo ha afirmado a Publicación de Formación Sanitaria Begoña Olartecoechea, que formaba parte de la CNE que redactó el manual, disponible ya para los residentes de Ginecología.
Begoña Olartecoechea.
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Las novedades que aporta este libro con respecto al anterior en el que se basaba la formación de los MIR de la especialidad son “bastantes”, según Olartecoechea. La primera parte del manual ya no es un mero “índice” sino que se ha desglosado cada uno de los conocimientos que debe adquirir un residente de Ginecología con el objetivo de facilitar la autoevaluación. De esta forma, el MIR puede establecer una puntuación del 1 al 5 en cada uno de los aspectos de su formación dependiendo de su nivel de aprendizaje.
Esta primera parte, a su vez, se ha divido en tres; aptitudes o cómo comportarse ante el paciente, conocimientos teóricos, y habilidades prácticas. Finalmente, en otro apartado del libro se prevé un espacio para que el MIR pueda añadir por ejemplo el número de cirugías a las que ha asistido, congresos o publicaciones realizadas. Esta última parte es la que el residente incluirá en su curriculum.
En cuanto a las novedades en la materia, se han modificado aspectos como la reproducción asistida, que antes no se contemplaba, la laparoscopia y las ecografías porque los aparatos han mejorado. “Un MIR, para acabar la residencia, tiene que haber hecho laparoscopia, y antes no te lo podían exigir, porque no existía”, comenta Olartecoechea.
Ejemplo para las demás especialidades
Según Begoña Olartecoechea, se comenta que este libro del residente es, de los nuevos, “el que mejor se ha hecho, porque las demás sociedades aún están en ello”. “Es el primero que ha abordado un cambio tan importante y las demás especialidades lo están tomando como modelo porque ayuda mucho a los residentes”, afirma.
Para llegar a publicarse, un libro de residentes como este pasa por diferentes manos. Es la Comisión Nacional de la especialidad la que elabora el manual, pero finalmente tiene que ser aprobado por el Ministerio de Sanidad. El resultado es un compendio “entre lo que nosotros proponemos y lo que cree el Ministerio de Sanidad que puede ser”, según Olartecoechea, quien asegura que “el Ministerio suele hacer cambios, aunque algunos no nos parecen correctos”.
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